El mundo del cine comercial, especialmente el de Hollywood, está marcado, sobre todo, por criterios de rentabilidad (política aparte), por tanto, muchas ideas brillantes quedan automáticamente relegadas o abandonadas en cajones porque alguien con poder, decide que “eso” no tendría cabida en la taquilla mundial y que, por tanto, reportaría pocos beneficios.
Por suerte, hay varios circuitos alternativos en el mundo del cine, con mucha menos repercusión, pero con grandes títulos. Os hablamos, por ejemplo, de lo que conocemos como “cine independente” con un festival que aúna anualmente las mejores producciones de este circuito, el de Sundance.
Pero ¿qué es el “cine independiente”? El “cine comercial” es aquel cine que aborda, sin demasiados recursos, temas íntimos, sociales o existenciales que dan voz a personas o pensamientos que están fuera del mundo de Hollywood (minorías, mujeres, directores jóvenes, etc.).
A finales de 2024, comienzos de 2025 en algunos países, se ha estrenado una película englobada dentro de esta etiqueta, la segunda película como director del neoyorquino Jesse Eisenberg, “A Real Pain”, una película que, con un toque de humor encara temas como la memoria histórica, el turismo, el dolor, etc.
Sí, hoy en esta entrada os queremos hablar de “A Real Pain” una película estrenada en el Festival de Sundance de 2024 que ha recibido además premios en los grandes certámenes, sobre todo, en su aparatado interpretativo.
“A Real Pain” empieza presentándonos a David Kaplan (interpretado por Jesse Eisenberg), un joven judío que se dirige en taxi al aeropuerto e intenta localizar sin éxito a Benji (a quien da vida Kieran Culkin), su primo. Ambos se encuentran en aeropuerto de Nueva York, momentos antes de emprender un viaje a Polonia, aunque muy pronto nos dejan claras las principales diferencias entre ambos, mientras David es un entregado padre de familia, Benji es lo que todos conocemos como un auténtico espíritu libre.
El objetivo final del viaje es reencontrarse con sus orígenes visitando la casa de la infancia de su difunta abuela. Para ello, a su llegada a Polonia, los primos se integran en un pequeño grupo turístico que hará una ruta por el país. Desde ya las primeras visitas, la dinámica de David y Benji se ponen a prueba, tanto a ellos mismos como al propio grupo ya que, por ejemplo, tras una discusión en el tren, los Kaplan se pierden la parada y todo el grupo debe esperarles en otra estación.
Tampoco el carácter de Benji resulta fácil ni cómodo de llevar ya que, en todo momento cuestiona el enfoque del tour, su falta de autenticidad emocional, el exceso de datos estadísticos o incluso la frivolización turística sembrando por momentos el caos en el grupo y la vergüenza de David, aunque casi siempre Benji acaba conectando con el grupo por su tremenda honestidad emocional.
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David y Benji de turismo por Polonia |
Durante una cena, Benji explota haciendo comentarios incómodos sobre el viaje, la situación y la historia. Al final, acaba saliendo la mezcla de admiración, envidia y resentimiento que siente hacia David. Todo acentuado, sobre todo, los últimos tiempos, desde su intento de suicidio.
El penúltimo día del viaje, el grupo visita el Campo de concentración de Majdanek donde todos quedan impactados, tanto que el propio guía, le agradece a Benji su sincericidio al criticar el tour. Ya en solitario, los primos van a ver la antigua casa de su abuela sacando un incidente del pasado entre Benji y la abuela, lamentando con él que ella fuera la única persona capaz de controlarle.
Tras esto, ya solo queda una dura confesión por parte de David y la vuelta a Nueva York, aunque eso, evidentemente nos lo quedaremos para nosotros.
De “A Real Pain” nos ha gustado que sea un claro ejemplo de cómo el cine independiente ya que, no solo se permite una forma diferente de contar una historia si no que la junta con la mirada hacia dentro, una mirada de esas que duelen.
Técnicamente nos gustaría resaltar el hecho de que Eisenberg ha conseguido darle a “A Real Pain” una identidad propia a una historia íntima donde los protagonistas no son superhéroes, sino que son dos personas frágiles plagadas de heridas invisibles sin olvidar, eso sí, la belleza.
No os vamos a engañar, “A Real Pain” transpira verdad, desde las relaciones entre los primos hasta ese turismo del dolor que visita campos de concentración. Todo se vive y respira de forma sincera, sin filtros. A veces incómodo, pero ideal para pensar.
Si en una cosa destaca “A Real Pain” es en las interpretaciones de sus protagonistas, Culkin y Eisenberg quienes aportan no solo autenticidad si no también profundidad a una historia que aborda el dolor heredado y la búsqueda de la propia identidad desde el humor.
La química entre ambos es realmente espectacular, digna de mención, consiguiendo dar valor a las contrastadas personalidades de sus personajes si olvidar en ningún momento la exploración del trauma generacional que sufre su familia.
Seguramente “A Real Pain” tendrá tanto éxito en los certámenes como poca recaudación en taquilla, algo desgraciadamente habitual en el cine independiente.
Por todo lo que os hemos contado, nuestra nota final para “A Real Pain” es de un 7.5 sobre 10.
Título original: “A Real Pain” – 2024 – USA
Dirigida por: Jesse Eisenberg
Duración: 82 minutos
Género: Drama,